Se plantea la pregunta si en las elecciones hay justicia. Kenneth Arrow demostró un teorema, postulando tres condiciones que debía tener cualquier sistema electoral. La primera era ausencia de dictadores, la segunda era la condición de unanimidad y la tercera dice que, si uno de los candidatos se retira, el orden en que queda el resto se mantiene. Arrow demostró en su teorema de imposibilidad que estas tres condiciones eran incompatibles, por lo que no hay justicia en el sistema electoral.